La alimentación consciente consiste en aplicar la atención plena o Mindfulness al comer, poniendo atención e intención a la experiencia de pensamientos, emociones, sensaciones físicas y conductas que tienen lugar antes, durante y después del acto de comer.
Otorgamos a la comida el poder de cubrir necesidades ajenas al hambre. Cualquiera puede identificar experiencias en las que haya comido por aburrimiento, por soledad, por insistencia del entorno, o, sencillamente, porque hay comida en el plato aunque no tengas apetito. Algunos de nuestros conflictos emocionales los expresamos a través de la forma en que nos relacionamos con la comida.
¿Quién no ha comido muchas veces a prisa y corriendo, sin disfrutar ni saborear verdaderamente la comida y con el móvil en la mano cotilleando nuestras redes sociales o contestando whatsapp de clientes?
¡STOP! Pongamos la atención en lo que estamos comiendo.
Lo primero que debemos hacer para tener una alimentación conscientes es preguntarnos ¿por qué quiero comer ahora? Debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo. Una buena herramienta es practicar alguna técnica de relajación o respiración y dedicarnos unos minutos al día para cuidarnos.
Esta práctica es súper saludable. Al dejar de lado los factores de estrés y focalizar tu atención en la comida, aprovecharás mucho más las opciones de los alimentos y disfrutarás la experiencia con todos tus sentidos. Se trata de que te liberes de preocupaciones y dediques ese tiempo a comer.
Te animamos a que practiques estos trucos para cuidar el cómo como:
- Agradece la comida que tienes delante.
- Tómate tu tiempo para comer, al menos 20 minutos. Si dispones de menos tiempo, reduce la cantidad de alimentos que vas a tomar.
- Nada de móviles, o comer frente a la pantalla del ordenador.
- Come sentado.
- Antes de empezar observa los alimentos, su forma, su color, su aroma. Deja que todos tus sentidos estén presentes.
- A la hora de comer debemos desterrar de nuestra mente los conceptos de bueno y malo y eliminar la culpa por ingerir determinados alimentos. En lugar de ello, elegiremos comer otros.
- Come en pequeños bocados, saborea y deléitate con los sabores. Mastica muy lentamente, hasta que el alimento se deshaga en tu boca.
- Ah! Y no te saltes ninguna comida, porque es mejor comer con hambre, que“muerto de hambre”.
En conclusión, comer conscientemente, viviendo el presente, saboreando y valorando los alimentos, alejado del estrés diario, de las preocupaciones, hará que valores mucho más el momento de la comida y aquellos alimentos que estás consumiendo.